El pasado 1 de enero entraba en vigor un nuevo impuesto sobre los envases de plástico no reutilizable, con el que el Gobierno ha estimado una recaudación de casi 500 millones de euros. De este modo, el plástico no reciclado que sea fabricado o importado en España, tanto si está vacío como si no, estará sujeto a un nuevo impuest0 de 0,45 euros por kilo, algo que no ha sentado del todo bien en el sector del gran consumo.
Según ha informado la Agencia Tributaria desde su propia página web, se trata de un impuesto indirecto, recogido en la Ley 7/2022, de 8 de abril, que recae sobre el empleo, dentro del territorio español, de envases no reutilizables que contengan plástico.
El propósito fundamental de esta iniciativa es fomentar la prevención de la generación de residuos de envases de plástico no reutilizables, así como del reciclado de los residuos plásticos.
Envases a los que va a afectar esta medida
Esta nueva medida afectará a todo tipo de plásticos de un solo uso, siempre en la medida en que estén diseñados para contener, proteger, manipular y presentar mercancías. Todas las cajas, envases, cintas de embalaje y films, además de, por supuesto, cualquier tipo de material de retractilado que contenga plástico no reutilizable, se van a ver afectados por este nuevo impuesto.
Asimismo, recaerá sobre aquellos productos de plástico semielaborados destinados a la obtención de los envases, y también a aquellos que contengan plástico destinados a permitir el cierre, la comercialización o la presentación de envases no reutilizables.
Por el contrario, estarán exentos de este impuesto al plástico los envases de medicamentos, productos sanitarios, alimentos para usos médicos especiales, preparados para lactantes de uso hospitalario o residuos peligrosos de origen sanitario.
Sectores afectados por el impuesto
Diversos sectores de consumo se verán afectados por esta nueva tasa, tales como el de la alimentación, las bebidas, perfumería y cosmética, así como droguería, textil, hostelería, ferretería y bricolaje o bienes tecnológicos de consumo, entre otros.
Según la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), España es el único país europeo que contempla la entrada en vigor de un impuesto de este tipo a partir del próximo 1 de enero.