Contrato fijo discontinuo: qué es y cómo funciona

Si hablamos de normativas laborales, tenemos que hablar de los diferentes tipos de contratos a disposición del empresario para dar respuesta a sus necesidades en cuanto a recursos humanos. Uno de ellos, que además en los últimos meses ha experimentado diversos cambios y actualizaciones, es el contrato de trabajo fijo discontinuo.

A continuación te mostramos todas las claves para saber en qué consiste exactamente, conocer sus características y saber cuándo es posible utilizarlo y bajo qué condiciones.

El contrato fijo discontinuo es uno de los cuatro grandes tipos de contrato a raíz de la reciente reforma laboral de 2022:

  • Contrato fijo
  • Contrato de duración determinada (Antiguo contrato temporal, con distintos subtipos)
  • Contrato de trabajo fijo discontinuo
  • Contrato de trabajo formativo

¿Qué es un contrato fijo discontinuo?

Un contrato fijo discontinuo es aquel que está pensado para los trabajadores que se desarrollan de manera intermitente pero estable. Es decir, la empresa lo necesita de manera continua durante todo el año, pero sí en periodos de tiempo recurrentes e intermitentes durante cada ejercicio.

La pasada reforma laboral de marzo de 2022, ha hecho especial hincapié en la excepcionalidad de las formas de contratación temporal, ampliando, por ende, los casos en los que se debe optar por la contratación indefinida.

En este marco, el nuevo contrato fijo discontinuo es una de las principales herramientas de la reforma para acabar con la temporalidad.

Hay que recalcar, precisamente, que este tipo de contrato es indefinido y no temporal, y que, por tanto, no tiene fecha de finalización, a pesar de que sí se producen periodos en los que no se trabaja y por los que no cobrará salario alguno.

Asimismo, no se abonarán cotizaciones a la Seguridad Social a lo largo de los meses de inactividad. Sin embargo, el trabajador sí que formará parte de la plantilla fija y la empresa estará obligada a contar con los empleados que formen parte de su bolsa de fijos discontinuos cuando aparezca nuevamente la necesidad que generó el contrato en cuestión.

Este contrato fijo discontinuo puede llegar a desarrollarse tanto a media jornada como a jornada completa. Por ejemplo, esta contratación sería la adecuada para un trabajador a media jornada necesario solo durante los meses de verano.

Cómo se utiliza el contrato fijo discontinuo tras la reforma laboral

El modo de aplicación de este contrato fijo discontinuo se ha visto ampliado con motivo de la última reforma laboral de marzo de 2022, que se puso en marcha con el propósito de acabar con la elevada temporalidad de determinadas profesiones que, por su propia naturaleza, no se desarrollan de forma estable en el tiempo.

Así, algunos ejemplos de trabajos que deben calificarse como fijos discontinuos son los relacionados con la educación y los centros escolares de todo tipo (incluyendo profesorado, limpieza, comedor, cuidadores, responsable de transporte escolar…); los trabajos de temporada vinculados a la agricultura (por ejemplo, la recolección); o los empleos relacionados con actividades estacionales.

Es posible que el ejemplo más importante sea el de los trabajadores del sector turístico, es decir: socorristas, personal de limpieza, personal de entretenimiento, empleados de restauración y ocio, personal de hoteles en general… Todos ellos, deben considerarse fijos discontinuos.

Desde el punto de vista de la normativa, estos son los casos en los que se debe utilizar el contrato fijo discontinuo tras la reforma de 2022:

  • Trabajos de naturaleza estacional.
  • Trabajos vinculados a actividades productivas de temporada.
  • Desarrollo de trabajos que no tengan naturaleza estacional o de temporada pero que, siendo de prestación intermitente, tengan periodos de ejecución ciertos, determinados o indeterminados.
  • Prestación de servicios en el marco de ejecución de contratas mercantiles o administrativas que, siendo previsibles, formen parte de la actividad ordinaria de la empresa.
  • Relaciones entre una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) y una persona contratada para ser cedida, coincidiendo en este caso los periodos de inactividad con el plazo de espera entre contratos.

Cuándo debe ser contrato fijo discontinuo y cuándo temporal

Antes de nada, es fundamental saber distinguir entre el contrato fijo discontinuo y el de duración determinada, conocido antes como contrato temporal. Los límites de ambas modalidades se han desplazado, quedando menos espacio para la contratación temporal, que se limita  a los siguiente casos:

  • Contrato por circunstancias de la producción. Se aplica en supuestos muy concretos, relacionados con oscilaciones en la actividad habitual de la empresa.
  • Contrato por sustitución de persona trabajadora.

En cualquier caso, más allá de esto, habrá que optar por la modalidad que encaje con el supuesto concreto teniendo en cuenta, además, que cualquier irregularidad o contratación en fraude de ley supondrá la consideración del contrato temporal como indefinido.

El empresario se enfrentará también a sanciones administrativas de entre 1.000 y 10.000 euros por cada uno de los contratos temporales que debieran ser indefinidos. En este sentido, es importante conocer cómo actuar ante una Inspección de Trabajo.

 

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